La sangre, además de ser un fluido, es un tejido que está sujeto a padecer distintos trastornos. Las enfermedades en la sangre suelen pasar inadvertidas durante el inicio de los síntomas, ya que con frecuencia exponen una serie de variaciones que son inesperadas para la ciencia médica.
Recordemos que este tejido es el encargado de llevar el oxígeno y nutrientes a todas las células de nuestro organismo. También es el que recoge en su recorrido las sustancias de desecho para conducirlas a donde serán eliminadas, así como transporta las células del sistema inmune para ayudar al organismo a combatir enfermedades.
Por la cantidad de funciones vitales que cumple, la sangre debe estar en un estado de salud óptimo para que el resto del organismo funcione de manera correcta, de lo contrario, un desequilibrio acarrea consecuencias para la salud de todo el organismo.
Las enfermedades hematológicas son aquellos trastornos que afectan a alguno de los componentes de la sangre, ya sean los sólidos: que son las células sanguíneas, glóbulos blancos y plaquetas; o los líquidos como el plasma.
Cuando estos no se encuentran en condiciones óptimas, puede ser debido a un déficit en la dieta alimenticia, errores genéticos o por la incorrecta absorción de nutrientes y vitaminas. Otra situación que puede afectar la composición de la sangre consiste en la aparición de reacciones autoinmunes, en donde los anticuerpos atacan las propias células sanguíneas.
A continuación, presentaremos algunas de las afecciones más comunes que se presentan en este tejido.
1. Anemia ferropénica: es una enfermedad sanguínea generada por una insuficiencia de hierro, lo que produce un deterioro en los glóbulos rojos. Esto hace que el cuerpo no produzca suficiente hemoglobina, que es la proteína encargada de transportar el oxigeno a todas las partes del cuerpo.
2. Talacemia: es un trastorno hereditario caracterizado por una baja producción de glóbulos rojos, lo cual deriva en la anemia. Se diferencia de la anterior, en que es una enfermedad producida por un error genético que pasa de padres a hijos. Ya que es un trastorno genético, no tiene cura, pero suele tratarse con transfusiones sanguíneas o trasplante de médula.
3. Leucemia: es un tipo de cáncer que se desarrolla en la sangre. La mayoría afecta los glóbulos blancos. Como en otros casos de cáncer, las causas no suelen ser claras, sin embargo, si se pueden determinar factores de riesgo como el tabaquismo o antecedentes familiares.
Como vimos, las enfermedades hematológicas son delicadas y requieren de un continuo control para verificar que nuestra sangre permanezca en buen estado de salud. Por ello, desde la Fundación Banco Nacional de Sangre Hemolife aconsejamos la donación regular y voluntaria, la cual, además de ayudar a las personas que padecen este tipo de trastornos sanguíneos, pone la sangre en manos de profesionales que la analizan en nuestras instalaciones y, con ayuda de tecnología de punta y conocimientos podrían determinar a tiempo cualquier irregularidad.