Como parte de las campañas encaminadas a generar una mayor consciencia sobre la donación de sangre, es necesario que los donantes reconozcan que existe una vigencia de las unidades de sangre y que esta varía según los componentes sanguíneos que se extraen de ella. Esto es fundamental para garantizar la calidad de la sangre desde el momento de su donación hasta su futura transfusión.
De una donación se obtienen tres componentes sanguíneos o hemoderivados que benefician diferentes pacientes de acuerdo con su necesidad. De esta manera se reduce el riesgo de reacción transfusional y se optimiza el uso de un bien tan escaso como este, toda vez que no se puede fabricar.
Cada componente de la sangre necesita unas condiciones idóneas para mantenerse en perfecto estado. De manera general, las plaquetas tienen una vida útil corta, los glóbulos rojos media y el plasma larga. Sin embargo, su seguridad depende en gran medida de que el almacenamiento se lleve a cabo en las condiciones y a la temperatura que cada componente requiere, de la siguiente manera:
Las unidades de sangre total o de componentes provenientes de un donante único se pueden transfundir porque cumplen los requisitos vigentes de calidad de producto y de idoneidad. Por ello, “deben tener garantía y mantenerse en condiciones de almacenamiento que las protejan contra el deterioro, alteración o contaminación de cualquier índole” tal y como lo indica el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos -INVIMA. En consecuencia, estas “deben ser manipuladas y almacenadas en condiciones de asepsia y de temperatura que preserven su composición”, como lo estipula la Resolución 167 de 1997 por la cual se establecen parámetros que aseguren la garantía de la calidad de la sangre para cada componente.
Adicionalmente, las bolsas de sangre o componentes que se utilicen deben tener adherido un rótulo con información que la identifique plenamente. En él va inscrito un número de registro, las recomendaciones para su almacenamiento, así como el día, mes y año de recolección y expiración de la unidad de sangre o componente procesado. Finalmente, cada bolsa debe llevar el Sello Nacional de Calidad de Sangre, normatizado por el Ministerio de Salud y Protección Social, y aplicado bajo la responsabilidad del Director del Banco de Sangre.
Como vimos, la sangre tiene fecha de caducidad y cada uno de los componentes sanguíneos que se utilizan expiran en un determinado tiempo. Por este motivo es necesario donar sangre continuamente y de forma sostenida para garantizar el suministro de estos componentes a todos los hospitales. Esta es la razón por la cual en la Fundación Banco Nacional de Sangre Hemolife sabemos que los donantes son héroes que salvan vidas.